Una de las actividades más duras de ser abogado es cuando toca defender a un culpable y se hace más difícil todavía cuando todo el mundo te pregunta cómo puedes defender a esa persona si sabes que es culpable.
Como bien indica el art. 24 de la Constitución Española toda persona tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un letrado y a utilizar los medios de prueba pertinentes en su defensa, es decir, todo el mundo tiene derecho a ser defendido ya sea inocente o culpable.
En muchas ocasiones, las personas culpables tienen buenos medios y pruebas que pueden causar que salgan airosos de un juicio, pero ¿qué se hace en las ocasiones en las que se cuenta con pruebas de cargo tan rotundas que se hace imposible conseguir la absolución?
En primer lugar, lo que debemos hacer es comprobar la prescripción, en muchos casos, debido a la tardanza en denunciar o la lentitud del juzgado, el tiempo transcurrido supera los plazos y bastará con alegar esta prescripción para salvar al acusado.
Otra cosa que también se puede hacer es pedir la nulidad de las pruebas de cargo. A veces, las pruebas de cargo que muestran han sido obtenidas violentando los derechos o libertades fundamentales.
Otros consejos para conseguir rebajar la pena del acusado o evitarla por completo es, por un lado, la mediación, esto es, negociar con la parte contraria para llegar a un acuerdo que evite la denuncia; o por otro lado, proceder a la reparación del daño, que consiste en indemnizar a la víctima antes del juicio.