En el ámbito del Derecho Civil, los peritajes técnicos son herramientas clave para resolver disputas donde se requiere conocimiento especializado. Ya sea en casos de daños materiales tras una obra mal ejecutada, la aparición de vicios ocultos en una vivienda recién adquirida o conflictos entre vecinos por límites de propiedad, los informes periciales pueden inclinar la balanza en un juicio. El papel del perito es analizar, evaluar y emitir un dictamen claro, objetivo y técnicamente fundamentado que sirva como prueba ante los tribunales.

Peritaje en reclamaciones por vicios ocultos en viviendas

Uno de los campos más frecuentes donde se requieren peritajes civiles es en la compraventa de inmuebles. Los vicios ocultos son defectos graves que no se detectan fácilmente al momento de la compra y que pueden disminuir significativamente el valor del bien o impedir su uso normal. Algunos ejemplos comunes son filtraciones, problemas estructurales, humedades o instalaciones defectuosas.

Cuando el comprador detecta estos vicios después de la compra, puede reclamar judicialmente al vendedor, pero deberá demostrar que el defecto existía antes de la transacción y que no fue visible durante una inspección razonable. Aquí es donde entra el perito, quien realiza una inspección detallada, documenta los daños, determina su origen y fecha aproximada de aparición, y emite un informe técnico que respalda la reclamación.

Cómo sustentar una demanda por daños estructurales con un perito

Los daños estructurales en edificaciones representan un riesgo grave tanto para la seguridad como para la habitabilidad. Si estos daños se deben a una mala ejecución en la construcción, uso de materiales defectuosos o negligencia por parte de terceros (como una empresa constructora), es posible presentar una demanda civil para reclamar daños y perjuicios.

El informe del perito estructural será crucial para sustentar la demanda. Este debe contener un análisis de la patología (grietas, desplazamientos, asentamientos, etc.), una evaluación del origen del daño (errores de diseño, ejecución o mantenimiento), y una valoración económica de la reparación. También puede incluir simulaciones estructurales o ensayos de laboratorio para reforzar la objetividad del dictamen.

Valor pericial en litigios de propiedad y servidumbres

Los conflictos por linderos, invasiones, derechos de paso o servidumbres de uso son frecuentes entre propietarios colindantes. En estos casos, los peritajes topográficos o de delimitación resultan fundamentales. Un perito en esta área utiliza planos catastrales, mediciones con GPS, normativa urbanística y escrituras públicas para definir con precisión los límites de una propiedad o el trazado de una servidumbre.

Este tipo de peritaje no solo ayuda a clarificar la situación en un juicio, sino que puede ser útil para llegar a acuerdos extrajudiciales. En muchos casos, un dictamen técnico neutral puede evitar largos procesos legales y tensiones innecesarias entre vecinos.

Peritajes en conflictos de comunidades de propietarios

En las comunidades de vecinos, los conflictos pueden surgir por múltiples motivos: obras en elementos comunes sin consentimiento, deficiencias de mantenimiento, ruidos, filtraciones entre pisos o instalación de elementos que afectan la estética del edificio. Cuando la discusión escala y se judicializa, el peritaje puede ser la clave para resolver el problema de forma justa.

Un perito arquitecto, ingeniero o técnico en edificación puede determinar si una obra cumple con la normativa, si ha afectado a terceros o si se ha intervenido un elemento común sin autorización. Además, puede evaluar daños entre viviendas contiguas o confirmar incumplimientos de los estatutos comunitarios. Su informe permitirá al juez comprender los hechos desde una óptica técnica y tomar una decisión fundamentada.

Peritajes civiles: daños materiales

¿Qué hacer si hay discrepancia entre informes periciales en juicio civil?

No es raro que en un proceso civil existan dos informes periciales que lleguen a conclusiones opuestas: uno de parte demandante y otro de parte demandada. En estos casos, la contradicción entre los informes genera incertidumbre en el tribunal, y es común que se solicite una «pericial judicial», es decir, un tercer informe elaborado por un perito designado por el juez.

Para afrontar esta situación, cada parte debe asegurarse de que su perito no solo tenga experiencia técnica, sino que su dictamen sea riguroso, bien documentado y comprensible para un público no especializado. También es recomendable que el perito esté disponible para ratificar su informe en juicio y responder a las preguntas de las partes y del juez, lo cual puede ser decisivo.

Además, los abogados deben preparar bien la fase de interrogatorio pericial, identificando contradicciones o debilidades del informe contrario y reforzando los puntos fuertes del propio. Un dictamen técnico no se valora únicamente por su contenido, sino por su solidez, claridad y credibilidad ante el tribunal.


Conclusión

Los peritajes civiles se han convertido en una herramienta esencial para defender derechos y resolver conflictos cuando hay cuestiones técnicas de por medio. Desde vicios ocultos en una vivienda hasta disputas entre comunidades de vecinos, la figura del perito ofrece una visión experta que ayuda a los jueces a tomar decisiones justas. Contar con un informe pericial claro, detallado y bien argumentado puede marcar la diferencia entre ganar o perder un juicio.

Si te encuentras en una situación conflictiva de este tipo, consulta con un profesional cualificado para valorar si un peritaje técnico puede ayudarte a defender tu caso de forma eficaz.

Los servicios de un perito  son esenciales para abordar asuntos legales en un juicio.

Si necesita un informe pericial o cualquier servicio, no dude en contactar con nosotros.

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