En el ámbito del derecho sanitario, los peritajes médicos desempeñan un papel clave en la resolución de casos por negligencia médica.

Para los abogados, comprender cómo se estructura un informe pericial, cómo se valora el daño y qué pruebas pueden marcar la diferencia es esencial para construir una estrategia sólida.

En este artículo abordamos los aspectos fundamentales que todo profesional del derecho debe conocer sobre los peritajes en casos de mala praxis médica.

¿Qué debe incluir un informe pericial en casos de negligencia médica?

Un informe pericial médico en casos de negligencia debe ser claro, objetivo y fundamentado en criterios científicos. Entre los elementos indispensables se encuentran:

  • Identificación del perito y su especialidad.

  • Antecedentes médicos relevantes del paciente.

  • Relato cronológico de los hechos asistenciales.

  • Valoración técnica de la actuación médica, comparándola con la lex artis ad hoc.

  • Conclusiones sobre si existió o no una mala praxis.

  • Relación de causalidad entre la actuación médica y los daños sufridos.

Este informe debe estar redactado en un lenguaje técnico pero comprensible para el juez, evitando ambigüedades y apoyándose en bibliografía médica y guías clínicas.

Cómo se valora el daño corporal desde la perspectiva pericial

La valoración del daño corporal en un contexto pericial implica identificar y cuantificar las secuelas físicas, funcionales y psíquicas derivadas de la actuación negligente. Los peritos utilizan:

  • Baremo de daños sanitarios o de tráfico (según corresponda).

  • Escalas de incapacidad funcional.

  • Informes psicológicos cuando hay daño moral o trastornos asociados.

Un informe sólido debe diferenciar entre el daño preexistente y el daño atribuible a la mala praxis, ofreciendo una estimación del grado de afectación y su impacto en la vida cotidiana del paciente.

El papel del perito médico en una demanda por mala praxis

El perito médico actúa como experto independiente que traduce los hechos clínicos a un lenguaje comprensible y técnico para el tribunal. Sus funciones incluyen:

  • Elaborar el informe pericial.

  • Comparecer en juicio para ratificarlo.

  • Responder a las preguntas de las partes y del juez.

  • Defender su opinión frente a otros peritos.

Su imparcialidad y credibilidad son fundamentales. Un buen perito no defiende al paciente ni al médico, sino la verdad técnica conforme a la evidencia médica disponible.

Pruebas clave que refuerzan un informe de negligencia sanitaria

La documentación clínica es la base del informe pericial. Para reforzar el caso, el abogado debe procurar que el perito cuente con:

  • Historia clínica completa (incluyendo pruebas diagnósticas, evoluciones y consentimiento informado).

  • Informes de urgencias, intervenciones y altas médicas.

  • Dictámenes previos de inspección sanitaria o comisiones deontológicas.

  • Testimonios de otros profesionales sanitarios si proceden.

Además, pueden ser útiles grabaciones (si son legales), fotografías de lesiones y peritajes psicológicos complementarios.

Cómo impugnar un peritaje médico en sede judicial

Impugnar un peritaje contrario es una estrategia legítima cuando existen errores técnicos, falta de imparcialidad o conclusiones poco fundamentadas. Algunas vías efectivas son:

  • Aportar un contrainforme pericial con mayor solidez científica.

  • Solicitar aclaraciones o ampliaciones del informe original.

  • Evidenciar contradicciones internas o con la historia clínica.

  • Interrogar al perito en juicio para poner en evidencia sus debilidades o sesgos.

Contar con un equipo jurídico y médico bien coordinado es clave para cuestionar con éxito un informe sobre la responsabilidad médica.

Los servicios de un perito  son esenciales para abordar asuntos legales en un juicio.

Si necesita un informe pericial o cualquier servicio, no dude en contactar con nosotros.

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